Por ZHOU LIN
Testigo de la amistad entre China y América Latina
Por ZHOU LIN
Entrevista a Li Changhua, exembajador de China en Chile, Colombia y Costa Rica
“Nunca pensé que mi vida se vinculara tanto con América Latina”, dice mientras suspira, como hace siempre que recuerda sus experiencias en países latinoamericanos, Li Changhua, exembajador de China en Chile, Colombia y Costa Rica.
Li Changhua y su esposa junto al ministro de Relaciones Exteriores de Colombia.
Hasta ahora recuerda Li Changhua aquel día de octubre de 1971, cuando cursaba estudios en la Facultad de Español de la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing. La noticia de que China recuperó, oficialmente, su puesto legal en la Organización de Naciones Unidas fue difundida por los altavoces y los vítores resonaron en el campo deportivo.
“Ninguno de nosotros sabía qué significaba esa noticia para nuestra vida futura”, dice con franqueza. El establecimiento de relaciones diplomáticas con China de más y más países latinoamericanos avizoró un gran futuro y conllevó a Li Changhua a tomar la f rme decisión de aprender bien el idioma español.
En 1973, el entonces presidente mexicano, Luis Echeverría, hizo una visita oficial a China e invitó a los alumnos chinos a ir a México a estudiar. Poco tiempo después, la facultad donde estudiaba escogió cinco de los 45 alumnos de la matrícula para ir al país azteca. Li Changhua fue uno de ellos. “Apreciamos mucho esa oportunidad porque China interrumpió casi todos los intercambios con centros de enseñanza superior del extranjero, debido a la Gran Revolución Cultural”, acota.
Li partió a México en 1974, comenzando, de esa manera su vínculo con las tierras de América Latina.
Li Changhua fue embajador de China en Chile de 2003 a 2007; en Colombia, de 2007 a 2009 y en Costa Rica de 2010 a 2013. En esos periodos, entabló una profunda amistad tanto con funcionarios gubernamentales importantes como con gente común y corriente. También fue huésped habitual de los palacios presidenciales.
Entre 1974 y 1976, cuando estudiaba en México, sintió, por primera vez, el entusiasmo y la hospitalidad del pueblo latinoamericano. Como fueron invitados por el presidente, recibieron un trato de alto nivel. Además de organizar minuciosamente su programa de estudios y la vida extracurricular, el presidente Luis Echeverría les invitó en dos ocasiones al palacio presidencial y conversó, animadamente, con ellos.
El expresidente de Costa Rica, Oscar Arias Sánchez, también es un político perspicaz. Durante su man-dato, entre 2006 y 2010, Costa Rica se convirtió en el primer país de Centroamérica que estableció relaciones diplomáticas con China (1 de junio de 2007). A partir de ahí, las relaciones bilaterales se desarrollaron establemente, tanto que en 2010, ambas naciones firmaron un Tratado de Libre Comercio (TLC). Costa Rica fue el tercer país de América Latina en f rmar un TLC con China, luego de Chile y Perú.
“Oscar Arias es un personaje inf uyente en América Central”, af rma Li y agrega: “Recibió el Premio Nobel de la Paz en 1987 por su exitosa mediación para frenar los conflictos armados en la región, que terminaron con un acuerdo de paz”. El establecimiento de relaciones diplomáticas entre Costa Rica y China no sólo fortalece la amistad entre las dos naciones, propiciando un intercambio con beneficio mutuo y ganancia compartida, sino también desempeña un rol demostrativo hacia los demás países centroamericanos, mostrándoles el buen futuro que les espera luego de formalizar el vínculo bilateral con China.
Oscar Arias también es un experto en China. Le fascina todo lo relacionado con esta nación. Siempre mantuvo contacto con Li Changhua, cuando fue presidente y cuando dejó el cargo. Intercambian sobre temas amplios como la historia del Partido Comunista de China, la revolución de China y las experiencias que ha acumulado, etc. “Siempre me llamaba cuando no comprendía algo relacionado con China o me invitaba a tomar un té en su casa. Sentía mucha curiosidad por los éxitos alcanzados por China durante su reforma y apertura. A menudo, me preguntaba ¿por qué la política de reforma y apertura de China ha podido alcanzar tantos éxitos? y ¿cómo es la zona económica especial?”. Viejo amigo de China y sobresaliente político en América Latina, Arias trata de aprender y sacar provecho de las experiencias del país asiático y, con su esfuerzo y estímulo, Costa Rica intentará establecer su propia zona económica especial.
Como si hablara de tesoros muy preciados, el embajador Li se ref ere a la amistad con los pueblos de América Latina.
Li Changhua (segundo de la izq.) acompaña al expresidente de Costa Rica, Oscar Arias Sánchez (tercero de la izq.), a inspeccionar la construcción del Estadio Nacional, que el Gobierno chino subsidió.
Li Changhua presenta sus cartas credenciales al presidente de Colombia, Álvaro Uribe.
“Recién llegado a Colombia para ser embajador, por invitación del presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado, fui a visitar Cúcuta, ciudad ubicada en la frontera entre Venezuela y Colombia”, recuerda el diplomático chino, uno de los primeros extranjeros en visitar esa zona convulsionada por incidentes militares que habían tenido lugar allí poco tiempo antes.
Debido a lo conflictivo de la zona, el camino llevaba muchos años sin arreglarse. Demoró más de tres horas recorrer los 80 kilómetros desde Bogotá a Cúcuta. Cuando llegó, miles de ciudadanos esperaban en la plaza central para darle la bienvenida al amigo chino. Aquel día fue como una fiestapara aquel pequeño poblado de cerca de 40 mil habitantes.
Li Changhua visita una aldea cercana a la capital de Costa Rica. Fotos cortesía del entrevistado
Los pueblos latinoamericanos deben conocer la vida moderna, la nueva f sonomía y los pensamientos más actualizados de los chinos.
En marzo de 2011, se terminó, con éxito, la construcción del Estadio Nacional de Costa Rica, subsidiado por el Gobierno chino. Es el mayor y más moderno estadio deportivo de América Central. Costa Rica celebró una gran ceremonia de inauguración e invitó al equipo nacional de fútbol de China para disputar el primer partido amistoso con el equipo local. Muchos, frente a sus televisores, fueron testigos del trascendente momento.
Durante la ejecución de la obra, murió un obrero chino por accidente, lo que atrajo la atención del país centroamericano. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Costa Rica emitió un mensaje de condolencia. En la ceremonia de inauguración, todos se pusieron de pie y guardaron un minuto de silencio a la memoria del obrero fallecido, en lo que fue una escena muy conmovedora.
Un profundo sentimiento traslucen las palabras de Li cuando af rma que la amistad entre los pueblos ha contribuido a la relación entre los países. “Si los pueblos se desconocen, el contacto entre dos países perderá sentido”, asegura.
En la actualidad, los contactos políticos entre China y las naciones de América Latina se han consolidado. La asociación estratégica integral sienta bases sólidas para incrementar la conf anza política mutua, aumentar los intercambios diplomáticos y desarrollar vínculos en otros ámbitos. Los intercambios económico y comercial, científico y tecnológico, educativo y cultural son más importantes y han propiciado logros fructíferos, aunque existe, en ellos, un gran potencial de desarrollo.
Cuando piensa en el futuro, Li Changhua cree necesario fortalecer la cooperación en campos relacionados con la vida del pueblo, como la seguridad alimentaria, por ejemplo. China puede sacar provecho de las experiencias de América Latina y enriquecer “la cesta de verduras” de los chinos, elevando la calidad de vida para que todos puedan percibir los beneficios del desarrollo de la relación bilateral. Aún existe gran espacio de desarrollo en sectores como nuevas energías, medicina y protección medioambiental.
En cuanto al intercambio cultural, Li opina que hay que liberarse de los modos tradicionales, como espectáculos de canto, danza, Ópera de Beijing, acrobacia o exposiciones de pintura. “Los 5000 años de civilización dotan a China de un depósito cultural inmenso y profundo, hecho reconocido mundialmente. Existe gran diferencia cultural entre China y los países latinoamericanos. Los pueblos latinoamericanos deben conocer la vida moderna, la nueva fisonomía y los pensamientos más actualizados de los chinos. A ellos, les gusta ver la televisión que tiene mucho público y mucha influencia en América Latina. Podemos cooperar con estaciones televisivas para difundir la cultura y el arte modernos de la joven generación nacida después de la reforma y apertura”.
“En las películas, las novelas televisivas, la música, la danza y la pintura de China hay que subrayar el espíritu moderno y la vida real. En la administración y gobernación del país, las dos parte comparten mucho–son países en vías de desarrollo, se encuentran en la misma etapa, tienen experiencias y lecciones de las reformas y el desarrollo económicos. En el proceso de la urbanización surgen muchos problemas en China que ya aparecieron en algunos países latinoamericanos. Las obras televisivas sobre este tema despertarían interés en las audiencias de esos países”.
Después de vivir tantos años en América Latina, el embajador Li asegura que la necesidad sentimental y el deseo de comunicarse del ser humano son iguales, y muchos pensamientos son similares, lo que constituye la base de profundos intercambios entre las dos partes, a pesar de la distancia geográf ca.
Hablando del Foro China-Celac, Li Changhua lo considera un gran acontecimiento, un hito en la historia del desarrollo de la relación sino-latinoamericana. Será una plataforma de cooperación integral e impulsará, con iniciativa, el desarrollo de la relación bilateral.