Historia de tres generaciones

2021-06-08 07:13PorMAGDALENAROJAS
今日中国·西班牙文版 2021年6期

Por MAGDALENA ROJAS

La vida de Lourdes Fernández y su hijo es resultado de lo emprendido por el peruano Antonio Fernández Arce

LA vida de Lourdes Fernández está repleta de experiencias y anécdotas gracias a su paso por Perú, Venezuela, la antigua Checoslovaquia y ahora China, donde su larga historia familiar y trayectoria profesional al seno del acontecer noticioso -como presentadora de CGTN en Español- la han convertido en una testigo de primera fuente del proceso histórico que ha atravesado el país durante los últimos cincuenta años.

Lourdes Fernández lleva 17 años trabajando en CGTN en Español.

Recuerdos de infancia

Resumir la historia de Lourdes Fernández en unos cuantos párrafos es una tarea compleja.Haría falta escribir un libro.Pues bien, su nexo con China no solo se remite a ella, sino que es parte de tres generaciones, que empezó con su padre, Antonio Fernández Arce, en las postrimerías de la década de 1960 y hoy se extiende a su hijo,José Antonio.

“Mi historia en China es la historia de mi familia, del compromiso de mi padre y del reconocimiento que el Gobierno chino siempre le dio.Hay un vínculo de sangre, de agradecimiento y de compromiso”, señala la presentadora de noticias, quien en agosto cumplirá 17 años de estancia continua en China.

Nacida en Perú, Lourdes Fernández llegó a Beijing por primera vez en 1967, con apenas un año de edad.Por ese entonces, su padre había sido contratado como experto extranjero por el departamento en español de Radio Pekín, hoy conocida como Radio Internacional de China.Pese a su corta edad,ella recuerda esos primeros años con especial afecto, periodo en el cual la familia residía en el Hotel de la Amistad.Al cabo de tres o cuatro años, regresó a Perú junto a su familia, pero en 1970 todos volvieron a China cuando a su padre le fue encargada la misión de abrir la oficina comercial de Perú en China, justo unos meses antes del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países.

Lourdes Fernández se refiere con orgullo a su progenitor, quien fue una figura central en su vida.“Durante casi 50 años, papá se dedicó no solo a la difusión del conocimiento sobre China, sino a tender puentes de comunicación y cooperación entre China y Perú”.Además, siempre se preocupó de su formación cultural.“Decía que la persona debía tener una visión cosmopolita y que si vivíamos en un país diferente al nuestro, había que comenzar aprendiendo a conocer dicho país a través de sus manifestaciones artísticas”, relata.Por ello, los espectáculos de danza, teatro, ópera,entre otros, fueron un panorama habitual en su infancia.

Vientos de cambio

Lourdes Fernández estudió periodismo en la antigua Checoslovaquia,pero solía viajar a China durante las vacaciones para visitar a su familia.Esas estancias, si bien eran de algunos meses, le causaron una gran impresión por las transformaciones que se estaban suscitando en plena década de 1980.“Cada vacación que venía podía observar que la economía china mejoraba enormemente, se sentían los cambios y la transformación que estaba registrando el país en el marco del proceso de Reforma y Apertura”, cuenta.

Además, cada uno de esos viajes los hizo en el Tren Transiberiano, lo cual no solo era una aventura en sí misma, sino que también le otorgaba la posibilidad de viajar por el extenso territorio soviético y contrastarlo con lo que estaba pasando en China.Por lo mismo, en más de una oportunidad le pidieron escribir reportajes al respecto.Ella recuerda que, por ese entonces,el pulso y el ambiente que se vivía ya no era el mismo.“La alegría se sentía en el ambiente”, señala.“La libertad de mercado, el empoderamiento de los campesinos y el cambio desde la colectivización de las tierras a la contratación de parcelas para estimular laproducción agrícola suscitaban gran interés”.Esos viajes siempre estuvieron marcados por muchas anécdotas,que recuerdan precisamente el proceso de transformación histórica que se estaba gestando.“En los siete días que duraba el viaje de regreso, los rusos querían hacer intercambios: ofrecían caviar y hasta cámaras fotográficas rusas por productos sencillos que habían sido elaborados en China y no costaban mucho, pero que les llamaban la atención.La apertura china había trascendido al mundo”.

Una voz del acontecer noticioso

Lourdes Fernández se desempeña como presentadora de noticias del canal CGTN en Español, al cual llegó en 2004 cuando recién se estaba formando el equipo.En este último periodo, la ha acompañado su hijo José Antonio,quien acaba de terminar su maestría en Finanzas en la prestigiosa Universidad de Beijing, pero quien arribó a China siendo un niño de apenas 10 años, por lo que recibió la mayor parte de su formación escolar acá.Ella quería compartir parte de sus propias experiencias de niñez con José Antonio,por lo que al comienzo ambos volvieron a residir en el Hotel de la Amistad y lo inscribió en el Colegio Paquistaní,donde ella también asistió de pequeña.

Pese a que Lourdes Fernández estuvo viviendo en Venezuela durante 20 años antes de llegar a la capital china,siempre había albergado el deseo de trabajar aquí.“Creo que ver trabajar a mi padre en Radio Pekín y luego en la agencia Xinhua, y haber vivido aquí,hizo que la balanza se inclinara a lo que yo conocía de niña”.

Considera, además, que la formación académica que recibió en Checoslovaquia durante sus años universitarios fue vital respecto al manejo de la información.“Pienso que me ayudó mucho haberme graduado de un país socialista, donde se da énfasis al respeto de la línea editorial y a la responsabilidad como comunicador de difundir mensajes serios, analizando las repercusiones que puede tener un manejo inapropiado de la información dentro de un colectivo”.En ese sentido, siente que el estar frente a un micrófono conlleva una responsabilidad no solo en el contexto laboral de cara a la audiencia,sino que el debido actuar y responsabilidad también deben ser parte del día a día.“Tiene que existir una coherencia entre lo que uno dice y el comportamiento fuera de cámaras”, agrega.

Lourdes Fernández y parte de su equipo en el estudio de noticias con motivo del Año Nuevo chino.Fotos cortesía de la entrevistada

En los 17 años en CGTN en Español, la peruana ha sido partícipe y testigo de los cambios de forma directa.Hoy por hoy, la programación del canal incluye diversos espacios noticiosos, culturales, de debate y una serie de temas que buscan informar al público sobre China.Además,con la ola tecnológica de los últimos tiempos, la información debe ser mucho más inmediata, lo cual ha impulsado al canal -y a quienes forman parte de este- a valerse de las nuevas plataformas existentes para transmitir el acontecer nacional.Entre sus momentos más memorables, destaca la invitación a la celebración del desfile militar y civil con motivo de los 70 años de la República Popular China.“Sentada en las gradas frente a la plaza Tiananmen, pude sentir el orgullo de los chinos cuando pasaban las distintas divisiones de la infantería, del ejército y cuando desfilaban sus equipos militares”, rememora.“Fue un gran momento y mis recuerdos volaron también hacia aquella celebración de los años 70, con mis padres en Tiananmen en un desfile por el Día del Trabajador”.

La presentadora no sabe qué le depara el porvenir, pero sí está segura de que su vínculo con China -del cual su hijo ahora es heredero- continuará independientemente del lugar donde esté.Lourdes Fernández trató de inculcarle varios de los valores que caracterizan a la sociedad china, como la responsabilidad, el estudio y el pluralismo, y sabe que su padre también estaría orgulloso de él.“Tal como mi padre lo hizo, creo que José ayudará a tender esos puentes de acercamiento y entendimiento no solo entre China y Latinoamérica, sino también con otros países”, apunta.

De este modo, aunque su progenitor ya no siga vivo, su espíritu y el amor que infundió en otros por China permanecen intactos.“Mi padre logró ver la transformación de una China que tenía una precaria estructura industrial a una industrializada, pujante y vigorosa que marcaba un nuevo camino de desarrollo propio”, señala.“A mí me tocará ser testigo de la transformación tecnológica, con miras a un futuro donde las nuevas tecnologías digitales y la innovación estarán presentes en todos los ámbitos de la vida diaria, una China moderna y futurista”.