China y Europa: unidas ante los desafíos

2020-06-18 07:43PorNlCOLASCHAPUlS
今日中国·西班牙文版 2020年6期

Por NlCOLAS CHAPUlS*

Los 45 años de una relación que sigue jugando un papel clave en el sistema internacional

ESTE 2020 marca el 45.° aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre la Unión Europea (UE) y la República Popular China. El 6 de mayo de 1975, el vicepresidente de la Comisión de la Comunidad Económica Europea (CEE, predecesor de la UE), Christopher Soames, y el entonces ministro de Relaciones Exteriores de China, Qiao Guanhua, llegaron a un acuerdo en Beijing sobre el establecimiento de relaciones diplomáticas formales. Un día antes, el primer ministro Zhou Enlai, quien estaba gravemente enfermo, insistió en reunirse con Soames, lo que significó un capítulo importante en la historia de las relaciones entre la UE y China.

En ese momento, los países de Europa occidental buscaban mecanismos para unirse y fortalecerse, y la CEE atribuía una gran importancia a sus relaciones con los países en desarrollo. En febrero de 1975, en Lomé, la capital de Togo, la CEE y diversos países en desarrollo de África, el Caribe y el Pacífico firmaron la primera Convención de Lomé. Sobre esta base, el establecimiento de relaciones diplomáticas con la CEE proporcionó una respuesta aliviadora a la preocupación de China por el enfrentamiento entre Estados Unidos y la Unión Soviética en pos de la hegemonía mundial. Desde la perspectiva europea, además del interés personal de Soames en China, la restitución de la República Popular China a su legítimo lugar en la ONU en 1971 y la normalización de las relaciones diplomáticas chino-estadounidenses en 1972 habían creado un entorno internacional favorable para el establecimiento de relaciones diplomáticas con China.

Desde el año 2000, la relación entre la UE y China ha madurado cada vez más, formando una estructura con un eje (la reunión de líderes) y tres pilares: el diálogo económico y comercial (iniciado en 2008), el diálogo estratégico de alto nivel (iniciado en 2010) y el diálogo de alto nivel entre los pueblos (iniciado en 2012).

En mayo de 1975, el vice primer ministro Deng Xiaoping encabezó una delegación que visitó Francia y se convirtió así en el primer líder de la República Popular China en visitar un importante país occidental. Esta visita, muy relevante en los anales de la relación entre la UE y China, sentó una sólida base para el desarrollo integral del vínculo bilateral en el marco de la política de Reforma y Apertura de China.

Cuarenta y cinco años después, las relaciones entre la UE y China siguen jugando un papel clave en el mantenimiento del actual sistema internacional.

Asociación estratégica integral

En 1978 se firmó el Acuerdo de Cooperación Comercial y Económica entre la República Popular China y la Comunidad Económica Europea, el primero de su tipo. Al año siguiente, Roy Jenkins, presidente de la Comisión Europea, visitó China por primera vez, con el fin de implementar proyectos de cooperación bilateral después del establecimiento de relaciones diplomáticas en 1975. En esos primeros años, el foco de la cooperación bilateral era la transferencia de tecnologías y la ayuda al desarrollo, especialmente en los campos de la agricultura, la educación y capacitación, y la ciencia y tecnología.

En 1988, la Comisión Europea estableció oficialmente en China una delegación, cuyo primer jefe fue el francés Pierre Duchâteau.

18 de marzo de 2019. Wang Yi, consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores de China, y Federica Mogherini, entonces alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, copresiden la novena ronda del Diálogo Estratégico de Alto Nivel entre China y la UE.

Con la caída del Muro de Berlín en 1989, el establecimiento de la Unión Europea en 1992 y la continua expansión de ella, las relaciones económicas y comerciales entre la UE y China se han estrechado de manera integral. En la década de 1990, las dos partes fortalecieron el diálogo político. En 1995, la UE publicó su primer documento estratégico respecto a China, refiriéndose a una política a largo plazo, la cual definió el marco principal para el desarrollo de las relaciones con la nación asiática. Bajo la propuesta de la parte europea, la UE y China establecieron un mecanismo de diálogo sobre derechos humanos y un mecanismo de reunión anual de líderes. En abril de 1998 se celebró la primera cumbre política bilateral UE-China en Londres. Bajo este mecanismo, ambas partes intercambiaron opiniones en profundidad sobre el tema de la incorporación de China a la Organización Mundial del Comercio.

Desde el año 2000, la relación entre la UE y China ha madurado cada vez más, formando una estructura con un eje (la reunión de líderes) y tres pilares: el diálogo económico y comercial (iniciado en 2008), el diálogo estratégico de alto nivel (iniciado en 2010) y el diálogo de alto nivel entre los pueblos (iniciado en 2012). En la Cumbre UE-China de Beijing en 2013, las dos partes elaboraron la Agenda Estratégica de Cooperación UE-China 2020 y, en 2014, se realizó la primera visita de un jefe de Estado chino a Bélgica en 27 años, así como a la sede de la Comisión Europea. Por su parte, el presidente Xi Jinping declaró que China “es un socio importante de la UE”.

En mayo de 2015, durante la celebración por el 40.° aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre la UE y China, las dos partes acordaron profundizar la cooperación en la inversión comercial mutua, el intercambio persona a persona, la comunicación y la conectividad y la lucha contra el cambio climático, y se comprometieron a adoptar el Acuerdo de París para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Con el esfuerzo de todas las partes, se aprobó el Acuerdo de París en la Cumbre del Clima, celebrada en la capital francesa en diciembre de 2015.

En abril de 2019, la 21.ª Cumbre UE-China celebrada en Bruselas concluyó con una declaración conjunta en apoyo al multilateralismo, la transición ecológica y el comercio equilibrado en una relación que se ha vuelto clave para la economía internacional. El valor del comercio diario de los bienes y servicios entre la UE y China ascendió a más de 1500 millones de euros en 2019.

19 de mayo de 2000. China y la Unión Europea llegan a un acuerdo para el ingreso de nuestro país a la Organización Mundial del Comercio.

12 de mayo de 1975. Jacques Chirac, entonces primer ministro de Francia, recibe en el aeropuerto al entonces vice primer ministro chino, Deng Xiaoping.

En tiempos de transición energética y revolución digital, el acuerdo entre la UE y China es tan necesario como imperativo para brindar prosperidad, equilibrio, sostenibilidad y seguridad a nuestros pueblos.

Desafíos de la relación UE-China

En los pasados 45 años, la UE siempre ha valorado la relación con China y ha alcanzado paulatinamente consensos de cooperación en muchas áreas, a la vez que ha establecido con China una asociación frente a los desafíos mundiales. Ahora más que nunca, ante una crisis de salud global sin precedentes en un siglo, apreciamos los beneficios de esta relación, tanto para sí misma como para el resto del mundo.

La UE y China vienen promoviendo conjuntamente un sistema multilateral, estableciendo normas legales para los intercambios tangibles e intangibles, con el fin de promover la globalización. En tiempos de transición energética y revolución digital, el acuerdo entre la UE y China es tan necesario como imperativo para brindar prosperidad, equilibrio, sostenibilidad y seguridad a nuestros pueblos.

Contrario a lo que a veces se informa, la unidad europea, que ha sido un trabajo progresivo desde 1957, sigue siendo la brújula de los 27 Estados miembros, porque solo la UE permite que los países de la región ocupen posiciones importantes en los asuntos mundiales. Del mismo modo, el notable crecimiento de la economía china en los últimos 45 años significa que las naciones europeas deben buscar, a través de la UE, nuevas formas de equilibrio en un paisaje geopolítico que ha experimentado una profunda transformación.

La pandemia del COVID-19 -que estalló en enero pasado- está poniendo a prueba a todo el sistema internacional y requiere un enfrentamiento común, concerniente tanto a la cooperación bilateral como a la multilateral. Por ende, la UE y China deben fortalecer su asociación para superar esta crisis y proporcionar ayuda a los miembros más vulnerables de la comunidad internacional.