Por JUAN CARLOS AGUlLAR*
“China ha despertado con una fuerza inaudita”
Por JUAN CARLOS AGUlLAR*
Para el filósofo mexicano Jaime Labastida, el mundo hispanoparlante debe conocer mejor la cultura china a través de sus pensadores y literatos
JAIME Labastida (Los Mochis, Sinaloa, 1939), reconocido intelectual mexicano que se mueve con soltura en diferentes ámbitos de la creación –la filosofía, la poesía, el ensayo y la crítica literaria– considera que“México debe ampliar de una manera profunda su vínculo con China”.
“Debe abrirse totalmente a Asia y dejar de depender tanto de su comercio y de su relación con Estados Unidos”, afirma Labastida, quien además es reconocido por su larga trayectoria como promotor cultural. Constancia de ello son sus múltiples colaboraciones periodísticas, así como su labor en la revista Plural, de la cual fue director por 17 años, de 1977 a 1994, y en Siglo XXI Editores, sello que dirige desde 1990.
Así que cuando Labastida habla de estrechar lazos con China, piensa esencialmente en abrirse a su cultura, en dar a conocer a sus principales pensadores y en acercar al mundo hispanoparlante los libros de sus más destacados escritores.
“Las enseñanzas de Confucio permean la totalidad del pensamiento chino”, afirma Jaime Labastida.
Si bien es cierto que Siglo XXI Editores se ha caracterizado por publicar no solo autores chinos, sino también a especialistas de otras nacionalidades que han reflexionado sobre algún aspecto de China, ahora este deseo por difundir en español la esencia de esta cultura cobra nuevo ímpetu con el lanzamiento de la colección “El País del Centro”, que reunirá a destacados autores chinos clásicos y contemporáneos.
Los dos primeros títulos de esta colección ya se encuentran disponibles en librerías: La palabra que vale por diez mil y El pequeño gran salto de Liu,dos novelas de Liu Zhenyun (1958).“Creemos que la cultura china no es conocida de manera suficiente, por eso la colección que hemos abierto tendrá no solamente la publicación de autores nuevos, sino también de autores clásicos. Me interesa que el público conozca las Analectas de Confucio, El arte de la guerra de Sun Tzu o el Dao De Jing”.
Por lo pronto es Liu Zhenyun quien abre la serie y a quien Labastida toma como ejemplo para explicar cómo entiende la literatura china, a la que calif ica de “muy diferente a la nuestra”. “Liu Zhenyun entra en muchísimos detalles.No deja ningún cabo suelto. Cuando empieza a hablar de un personaje dice dónde nació, quiénes fueron sus padres y de qué región proviene”, apunta Labastida.
“Seguramente para el lector chino todo esto tiene mucha significación.Querrá decir con toda seguridad que hay diferencias regionales desde el punto de vista del habla y de la cultura, que tienen diferencias dialectales y que por esa razón Liu lo especifica siempre. La de Liu es muy buena literatura. Al leerlo, el lector tendrá un conocimiento profundo de la sociedad actual china. La realidad es que uno no la conoce lo suficiente, no sabe lo compleja que es”.
Sobre la labor de Siglo XXI, el tam-bién director de la Academia Mexicana de la Lengua explica: “No solo hemos publicado a autores chinos, sino también a autores occidentales que hablan sobre China, como por ejemplo algunos títulos del escritor singapurense Kishore Mahbubani o del mexicano Víctor López Villafañe, quien conoce muy bien a la sociedad y economía de China y en general de Asia”.
Labastida sostiene que aún es demasiado pronto para ver la repercusión que han tenido en el público mexicano los libros que han publicado sobre China.“Lo que sí puedo decir es que la editorial está en todo el orbe de la lengua española, desde Argentina hasta España”.
Obra de caligrafía gigantesca sobre el Dao De Jing. Cnsphoto
Respecto a su acercamiento con la cultura china, Labastida reconoce dos caminos: el de la literatura y el de los dos viajes que realizó a Beijing y Shanghai en 2006 y 2008.
“Primero me deslumbró la lectura de las Analectas de Confucio. Me sorprendió cómo y de qué manera las enseñanzas de Confucio permean la totalidad del pensamiento chino y de la forma de vida no solo de China, ya que lo advertí también en Japón y en Corea del Sur. Las Analectas de Confucio es el libro más importante y más influyente en toda la historia de la humanidad. Ha ejercido un poder verdaderamente asombroso a lo largo de más de 2500 años sobre toda la cultura asiática. Esto es verdaderamente una lección”, opina Labastida.
“Después hice dos viajes a China y mi asombro no tuvo límites. Advertí lo que antes quizá no sabía de manera tan cierta: el hecho de que la cultura china es la cultura madre de todas las culturas orientales, y el hecho de que guarda enormes semejanzas con muchos aspectos de la cultura mesoamericana”.
“Tiene también sus rasgos de carácter mítico, el dragón y el faisán, por ejemplo, que aquí se representan bajo la forma de la ruptura entre el cielo y la tierra. Y advertí también que el imperio chino se fue desarrollando a base de anexiones, en muchos casos pacíficas,de pueblos que se acercaban al emperador”, explica Labastida, quien se muestra como un amante de la historia.
“Después de que el emperador Qin unificó el territorio, posterior al periodo de los Reinos Combatientes, China conoció un gran esplendor. Causa asombro saber que en el siglo XV China era el país más desarrollado del planeta, muy por encima de cualquier país de Europa;sin embargo, después de esto se quedó atrás. Esto me lo reveló un estupendo ensayo que publicamos aquí, ¿Pueden pensar los asiáticos? de Kishore Mahbubani, en donde advertí por qué se habían quedado retrasados en relación con el desarrollo europeo”.
En este punto, Labastida recuerda que en el libro El imperio inmóvil o el choque de los mundos de Alain Peyrefitte, hay una expresión de Napoleón que resultó profética. “Dice Napoleón,ya derrotado y exiliado en la isla de Santa Elena: ‘Cuando China despierte,el mundo temblará’. Y esto es lo que ha sucedido ahora: China ha despertado.Ha despertado con una fuerza inaudita”,finaliza Labastida.
*Juan Carlos Aguilar es periodista. Desde hace 13 años colabora en medios impresos y electrónicos en México. Se ha especializado en la cobertura de asuntos políticos, sociales y culturales.