Por AN XINZHU
La gestión pública en China y AL
Por AN XINZHU
Clausura del Seminario sobre Capacidad de Liderazgo para Funcionarias de América Latina, el Caribe y el Sur del Asia-Pací fi co, realizado en Beijing.
GRACIAS a la mejora integral de las relaciones entre China y América Latina, ambas partes han incrementado también el intercambio de experiencias en políticas económicas y administración social, lo que se ha traducido, al mismo tiempo, en una fructífera cooperación en gobernanza estatal y formación de cuadros de talentos.
El 22 de septiembre pasado en Beijing, en un simposio de alto nivel sobre políticas y conocimientos chino-latinoamericanos, auspiciado por la Academia China de Ciencias Sociales y el Banco Interamericano de Desarrollo, importantes funcionarios y empresarios de Chile, Costa Rica, Ecuador, Perú y Jamaica intercambiaron sus experiencias en torno a la capacitación de altos dirigentes en la gestión pública.
China y América Latina enfrentan una preocupación general por la política y el nivel de especialización de sus funcionarios, y han realizado reformas correspondientes de diverso nivel.
“A diferencia de lo que piensa mucha gente, la reforma china comenzó con la reestructuración política en vez de la económica”, recuerda Fang Ning, director del Instituto de Estudios Políticos de la Academia China de Ciencias Sociales. La reforma de 1978 se inició con la de funcionarios de alto nivel, estableciéndose la meta de reformar su contingente, rejuvenecerlo, profesionalizarlo y dotarlo de amplios conocimientos.
Desde 2012, China ha venido prestando gran atención al fomento del estilo del Partido y de la moralización administrativa, ha profundizado la lucha contra la corrupción y ha mantenido a los funcionarios bajo la más estricta fiscalización. Falta observar aún si este control severo tendrá buenos efectos y pensar qué mecanismo podría administrar adecuadamente el gran número de funcionarios.
Dentro de América Latina, Chile se ha puesto a la vanguardia de la reforma y ha intentado cambiar, desde 2003, la forma de gestión de la alta dirección pública. De acuerdo con Enrique Paris, coordinador de Modernización del Estado del Ministerio de Hacienda chileno, el nuevo sistema de gestión pública incluye un examen de convocatoria abierta y una evaluación y selección a la hora de admitir nue-vos funcionarios, lo que permite que cada vez más candidatos asuman altos cargos en el sector público. Asimismo, el mecanismo basado en una competencia leal ha aumentado la con fi anza de la gente en los funcionarios de alto nivel.
21 de julio de 2015. Inauguración del Seminario Internacional para Funcionarios de Ciudades Hermanas Chengdu 2015, organizado por la O fi cina de Asuntos Exteriores de la Municipalidad de Chengdu.
La reforma del servicio civil en Perú, en 2008, también consiguió buenos resultados. Mariano Lafuente, especialista senior del Banco Interamericano de Desarrollo, sostuvo que debido a su estricta manera de selección, el sistema de contratación de personas -sin importar su procedencia- podría gozar de mejores rendimientos. En realidad, la aplicación de este sistema es todavía un desafío para los países latinoamericanos, pues la mayoría de funcionarios son seleccionados por cuestiones políticas o por años de servicio, y no por sus capacidades o méritos en la carrera.
En cuanto al servicio civil, China y América Latina tienen distintas normas. El profesor Fang Ning explicó que los funcionarios chinos son seleccionados entre los graduados universitarios luego de un examen especial. En 20 o 30 años de carrera profesional son promovidos gradualmente por escalas.
Este grupo de funcionarios es capacitado sin que se vea afectado por un cambio de gobierno. Por ejemplo, la capa directiva central de China cambia cada cinco años, pero el cambio de altos cargos no origina el de los funcionarios de nivel inferior. Sin embargo, la situación en Latinoamérica es distinta. Cuando un nuevo gobierno asume al poder, siempre hay personas que entran a la administración pública y otras que salen.
El sistema de remuneraciones es también distinto. En América Latina y el Caribe, los funcionarios de carrera y los nombrados políticamente presentan diferencias en sus salarios. En China, no obstante, se aplica el pago uni fi cado y este es relativamente bajo en comparación con el nivel nacional. Los expertos explicaron que, ideológicamente, los funcionarios chinos son considerados servidores del pueblo que constituyen un numeroso contingente, por lo que es difícil mejorar su nivel salarial y las condiciones de su seguridad social.
En los países latinoamericanos, la política salarial no es igual. En Ecuador, aunque los sueldos de los funcionarios son inferiores a los que hay en el sector privado, pueden garantizarles una vida de clase media. En Perú se desea que más gente se incorpore al sistema de servicio público con salarios diferentes e individuales. En Costa Rica, el ingreso al departamento de servicio público ya supera el del sector privado.
De hecho, un alto salario no signi fica necesariamente un servicio de calidad ni una honestidad en el desempeño. Hernán Rojas Angulo, director de la Oficina Nacional de Servicio Civil de Costa Rica, indicó que tanto para China como para Latinoamérica y el Caribe, la relación entre el nivel salarial y la conducta profesional requiere ser estudiada con más profundidad.
Detrás de las aparentes diferencias, China y América Latina tienen muchos problemas similares en cuanto al sistema y capacidad de gobernanza social en el Gobierno, la ciudad y las empresas. Las experiencias de los gobiernos locales y las comunidades de China sobre la innovación de servicios públicos atrajeron el interés de los funcionarios latinoamericanos.
Con la profundización de los intercambios, ambas partes se han dado cuenta de que los sistemas de administración pública chino-latinoamericanos vienen siendo reformados. Algunos países de la región están promoviendo la especialización de sus servidores y un banco de talentos para acabar con el nombramiento político de funcionarios, y, de este modo, seleccionar a personas de valía. En China se busca romper el“tazón de hierro” (el empleo asegurado) a través de proyectos piloto, con la fi nalidad de que el servicio público deje de ser una profesión vitalicia. Por ejemplo, el distrito de Nanshan, en Shenzhen, ha logrado ampliar los canales de promoción de funcionarios y elevar su nivel de especialización, mediante una administración clasi fi cada, la separación entre salario y cargo, y la mejora del sistema de nombramiento.
China dispone, además, del mecanismo de formación de funcionarios de alto nivel más sistemático del mundo, lo que concita la atención de los países en desarrollo, incluidos los africanos y latinoamericanos. Desde 2013 han visitado la Escuela Central del Partido Comunista de China las delegaciones de siete países de América Latina y el Caribe.