Según datos del séptimo censo nacional publicados en mayo del año pasado, en China hay 264 millones de personas de 60 años de edad o más, lo cual representa el 18,7 % de la población total. Desde hace unos años, el país se encuentra en un proceso de envejecimiento acelerado, por lo que dentro de su estrategia nacional, el Gobierno se viene enfocando en garantizar un nivel de vida de calidad para los adultos mayores y salvaguardar sus derechos.
Sin embargo, más allá de asegurar un justo y adecuado acceso a servicios públicos, el número de adultos mayores ha generado también una mayor demanda por servicios de todo tipo orientados a este grupo etario, la cual se espera que siga creciendo en los próximos años. Según un informe publicado el pasado 1 de marzo por el Centro de Investigación sobre el Envejecimiento de China, se estima que para 2030 el consumo de los adultos mayores contribuya con alrededor de un 10 % del PIB del país, y que en 2050 este alcance el 20 %. De ahí que se hable ya de una floreciente “economía plateada” en China.
El respeto a las personas de la tercera edad es una característica esencial de la cultura china, lo que ha podido verse también en la lucha emprendida contra la pandemia de COVID-19. Por ello, hoy analizamos las diversas aristas que conforman la política del país dirigida a los adultos mayores.
25 de diciembre de 2020. Li Ling (al centro), de 80 años, y otras modelos de la tercera edad en una presentación en la Universidad de Radio y Televisión de Gansu, en la ciudad de Lanzhou. Xinhua