Por MAHlTAB AHMED
E L 24 de mayo pasado,un grupo de periodistas chinos y extranjeros abordamos un vuelo de Beijing a Urumqi, en la región autónoma uigur de Xinjiang, una hermosa y extensa tierra.La visita me dejó una profunda impresión en todos los sentidos.
Tarbagatay se sitúa en el noroeste de Xinjiang y al sur de la cuenca de Junngar.Su larga historia y cultura, unidas a las peculiares costumbres de sus habitantes,han ejercido una gran influencia en el desarrollo local.
“Si no visitas Xinjiang, no conocerás la belleza de China; si no vas a Nalati, no sabrás lo qué significa la belleza de Xinjiang”, dice una frase.Desde el mirador de Nalati, una maravillosa escena se abrió ante mis ojos con sus montes verdes, picos nevados, extensos prados y cientos de caballos pastando bajo el cielo azul y las nubes.Todo es tan sereno y bello que parece una pintura.Así es Nalati, también conocida como“la entrada del paraíso humano” y la “frontera entre el cielo y el ser humano”.Las laderas de los montes parecen una montura, lo cual da la sensación a los visitantes de estar contemplando el hermoso paisaje sobre el lomo de un caballo.
“Al salir el sol, el primer rayo besa este prado, por lo que nuestros antepasados le pusieron un nombre poético: Nalati, que se refiere al primer lugar en ver el sol”, explica uno de los pastores locales.Ubicado en el distrito de Xinyuan, prefectura de Yili, en el lado oriental del valle de Yili, Nalati está a 1800 msnm en promedio y tiene una superficie de 960 km2.El parque natural cuenta con 27 puntos principales de interés turístico, donde se pueden apreciar los distintos paisajes que ofrece la zona en diferentes épocas del año.
Xinjiang es un lugar donde han convivido diferentes grupos étnicos durante largo tiempo.En apenas unos días en Tarbagatay, pude percibir el armonioso y apacible ambiente que se respira.Con el fin de transmitir su cultura a las siguientes generaciones, los lugareños usan elementos propios de su idiosincrasia en sus cantos y representaciones artísticas, demostrando su encanto al mundo.
Tarbagatay se sitúa en el noroeste de la región autónoma uigur de Xinjiang y al sur de la cuenca de Junngar.Su larga historia y cultura,unidas a las peculiares costumbres de sus habitantes, han ejercido una gran influencia con relación al desarrollo local.Al visitar diferentes hogares, me di cuenta de la importancia que tiene la preservación de la cultura para los distintos gruposétnicos, que a la vez ha sido intercambiada, fusionada y promovida entre sí.
1 de mayo de 2021.Visitantes se toman fotos frente a un mural en el Gran Bazar Internacional de Urumqi.Cnsphoto
El barrio residencial de Haerdun,en la ciudad de Tarbagatay, es un ejemplo de ello.En una de las residencias conviven personas de 14 grupos étnicos (han, kazajos, hui,uigures, entre otros), pero esto no es nuevo.Los habitantes han vivido de forma armoniosa como una gran familia durante siglos, razón por la cual Haerdun fue catalogada como“modelo de unión nacional del país”en 2014 y 2019.Al entrar en la casa de Wureken, hay una foto que cuelga sobre la puerta principal.En ella, se ven a miembros de la familia multiétnica con sus atuendos tradicionales y un anciano en el centro.Wureken, de 49 años, y sus cuatro hermanas nacieron en una familia kirguís en una aldea de Tarbagatay.Todos ellos, ahora ya adultos,se encuentran casados felizmente.“De mis cuatro hermanas, dos están casadas con mongoles, una con unkazajo y otra con un han, mientras que yo mismo me casé con una mujer de origen mongol”.
“Cuando éramos pequeños, nuestra madre solía hablarnos sobre la importancia de la cohesión nacional”, señala Wureken.“Durante nuestra niñez siempre jugábamos con amigos de distintos grupos étnicos, por lo que la semilla de la unión germinó desde temprana edad.Al final de cuentas, todos somos de la nación china y de la misma familia,y en la medida que avancemos hacia un objetivo común, nuestra vida será cada vez mejor”.
La aldea de Daxi, en el distrito de Weili, en la prefectura autónoma de Bayingol en Xinjiang.
Trabajadores hacen té de leche en el poblado del Río Yili-cultura del Nang.
Al igual que Wureken, el restaurante La Villa de Rosas, administrado por Halidan Idahong, también me llamó la atención.Se trata de una familia multiétnica, ya que Halidan es uigur, su esposo uzbeko, el esposo de su hermana mayor tártaro y el de su hermana menor kazajo.Además,Halidan tiene un “hermano” de la etnia han, quien es considerado como un miembro más de la familia, pese a no compartir un lazo sanguíneo.A principios de 1986, Du Ronglu llegó a Tarbagatay de la provincia de Shandong a trabajar.Al principio le fue muy difícil encontrar trabajo y no tenía dinero suficiente para pagar el alquiler, por lo que el padre de Halidan le ofreció hospedarse con ellos.Con el paso del tiempo, Du Ronglu fue creando un profundo lazo con la familia de Halidan, de tal modo que lo consideraron como un hijo adoptivo.Du Ronglu vivió siete años en la casa de Halidan hasta que una emergencia familiar le obligó a regresar a su pueblo natal en Shandong.Sin embargo, antes de partir, el padre de Halidan le dio a Du los 17.000 yuanes que tenía ahorrados como obsequio de matrimonio.En la actualidad, las dos familias mantienen un contacto estrecho.Cada vez que se celebra la Fiesta de la Primavera,Corban, la Fiesta del Medio Otoño, entre otras festividades, ambas familias se reúnen y la mesa del comedor se convierte en un abanico de platos representativos de distintos grupos étnicos.
Elnang, un pan con una corteza dura, es uno de los alimentos básicos para la gente de Xinjiang, tanto así que es inevitable no asociar ambos inmediatamente.En nuestro viaje pudimos conocer la historia e innovación detrás de este famoso pan en el poblado del Río Yili-cultura del Nang.
El poblado del Río Yili-cultura del Nang es un parque industrial donde se puede conocer cómo se hace elnangy degustarlo.Con una superficie total de 5310 m2, el lugar tiene varias zonas de procesamiento y producción, además de una zona experimental, una zona de ocio, un museo de la cultura delnang, un salón experimental de té con leche de estilo kazako, entre otros espacios.
La zona de procesamiento y producción ocupa una superficie de3810 m2y tiene dos pisos.El primer piso está abocado al procesamiento y a la venta de productos ligados alnang.En total, hay 32 variedades denangque incluyen ingredientes como sésamo, aceite y cebolla, entre otros.En el segundo piso se encuentran los hornos donde se cuece elnangy donde se producen otras variedades con rosas, ají, nueces,pasas y leche, además de deliciosos pasteles locales.
14 de abril de 2020.Transmisión en vivo para promocionar productos de seda hechos a mano.
La superficie del salón de té ocupa una superficie de 750 m2y cuenta,además, con una zona de venta, una zona experimental, una zona de exhibición de la cultura kazaja, un puesto de servicio de libros circulante, entre otros, con el fin de dar a conocer la cultura y peculiaridades del pueblo de origen kazajo.En la zona de venta hay más de cien tipos de productos agrícolas como almendras secas, miel y productos lácteos.Además, se han establecido diversas prácticas en pos de la innovación y los productos han sido exportados a diversos países donde han gozado de gran popularidad entre los consumidores.
Al hablar del patrimonio cultural inmaterial, además delnang, no se puede dejar de mencionar la Casa de Roble, la cual también es ampliamente conocida en Tarbagatay.Situada en la calle Jiefang, se trata de una casa con un gran jardín con más de cien años de historia.Refati y Zaitunna, dueños del lugar, son de la etnia tártara.Zaitunna dirige la Asociación de la Cultura Tártara y también es transmisora del patrimonio cultural inmaterial a nivel nacional.Los tártaros conforman un grupo muy pequeño en términos numéricos, pero cuentan con una rica herencia cultural gracias a la cual el festival Saban ha sido incluido en la segunda lista del patrimonio cultural inmaterial a nivel nacional.Con el fin de que la gente conozca la cultura tártara, su gastronomía y elaboración de pasteles típicos, Zaitunna creó esta villa con el apoyo del gobierno local.Todo ello, donde se entremezclan la habilidad técnica, recetas tradicionales y deliciosos sabores, conforma un lugar idílico para acudir en familia o entre amigos, y así también conocer más de las costumbres tártaras.
Durante los días que pasé en Xinjiang también pude percatarme del vigoroso desarrollo de la región.Para impulsar el desarrollo, el Gobierno chino ha dedicado grandes esfuerzos y ofrecido políticas preferenciales para facilitar las industrias locales.Gracias a la revitalización de la economía y el turismo, muchos habitantes locales han logrado superar la pobreza, lo cual ha elevado el estándar de vida y entregado un ingreso estable.