Por CHEN Xl
Hemos sido testigos de una nueva lucha unida que ha fortalecido la fraternidad y solidaridad entre China y Cuba
ESTE 2020 ha sido un año lleno de incertidumbre y sufrimiento para la comunidad internacional, pero también un año de gloria para los pueblos que han sabido enfrentar la pandemia con solidaridad,disciplina y sacrificio. Frente a una enfermedad totalmente desconocida, inesperada y devastadora, China y Cuba han lanzado, respectivamente, batallas decisivas para prevenir y controlar la propagación del COVID-19, mientras han ofrecido recíprocamente solidaridad y apoyo mutuo,convirtiendo a la lucha conjunta contra la pandemia en una nueva muestra de amistad y un ejemplo de solidaridad y cooperación tanto a nivel bilateral como a nivel global, lo que les ha permitido ganar el pleno reconocimiento de la comunidad internacional.
6 de abril de 2020. El embajador de China en Cuba, Chen Xi (primera fila a la izq.) entrega una donación de insumos sanitarios al viceministro de Salud Pública de Cuba, Luis Fernando Navarro.
Dirigidos firmemente por los Gobiernos de ambos países y partiendo de sus peculiaridades, China y Cuba han adoptado desde un primer momento medidas de contención extensivas, estrictas y efectivas. En el lapso de casi medio año, los dos países se han movilizado al máximo para resguardar la salud y la seguridad de la vida de sus pueblos. Para mitigar los impactos socioeconómicos causados por la pandemia, ambos países se han dedicado también a garantizar la estabilidad de los suministros esenciales para la salud pública y el funcionamiento normal de los servicios públicos.
No es de menospreciar tampoco el espíritu de sacrificio y la tenacidad de los virtuosos pueblos tanto de China como de Cuba, que en esta ardua lucha han venido cumpliendo las medidas con alto sentido de responsabilidad y disciplina.Los trabajadores de la salud pública han luchado resuelta y desinteresadamente por ganar tiempo y salvar la vida de sus pueblos. Las acciones y los resultados de la lucha contra la pandemia de nuestros dos países han sido una vívida interpretación y una práctica de los valores fundamentales que abriga la humanidad.
Cuando China fue el primer país afectado por el COVID-19, el compañero Raúl Castro Ruz, primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, y el compañero Miguel Díaz-Canel Bermúdez, presidente de la República de Cuba, enviaron en primera instancia mensajes de solidaridad al compañero Xi Jinping, secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China y presidente de la República Popular China. Poco después, los mandatarios de ambos países sostuvieron una conversación telefónica para reafirmar la solidaridad y la voluntad de seguir fortaleciendo los apoyos mutuos y profundizando los lazos de amistad bilateral.
Llegada a Cuba de los suministros médicos enviados por China, en cuyas cajas puede leerse el mensaje:“Buenos amigos, buenos compañeros y buenos hermanos para siempre”.
8 de febrero de 2020. En La Habana Vieja, los hermanos Víctor Manuel, de 10 años (izq.), y Jean Carlos Acosta Reyes, de 6 años, sostienen un cartón en el que han dibujado un corazón y escrito: “China, tú sí puedes”. Xinhua
Cuando se detectó el primer brote en Cuba, China no tardó en expresarle su pleno apoyo y solidaridad. Se sostuvieron conversaciones telefónicas y videoconferencias entre las distintas instituciones de ambos países para intercambiar experiencias en la prevención y el control de la propagación del virus. El Gobierno, las empresas y las organizaciones sociales, así como ciudadanos individuales de China, realizaron donaciones de insumos médicos como nasobucos (mascarillas), ropas de protección, kits de prueba, ventiladores, entre otros, para ayudar al pueblo cubano en su esfuerzo contra la pandemia.
Unos 800 ciudadanos cubanos que trabajan y estudian en China optaron por quedarse en nuestro país en los meses más difíciles y, al lado del pueblo chino, combatieron al COVID-19. A su vez, los estudiantes chinos que han cursado estudios en Cuba expresaron su solidaridad y amor hacia la isla caribeña con palabras como “una vez en Cuba,defenderla de por vida”.
China y Cuba comparten la alta conciencia de cumplir sus obligaciones internacionales mediante la participación activa en la cooperación internacional en la lucha contra la pandemia y el apoyo a los organismos internacionales de salud pública. China ha ofrecido ayuda a más de 150 países, regiones y organizaciones internacionales. Al mismo tiempo, Cuba ha enviado a miles de profesionales de la salud pública a unos 40 países en todo el mundo, contribuyendo enormemente a la lucha de la comunidad internacional contra la pandemia.
Los dos países también han sido abiertos e inclusivos en compartir sus experiencias con otros países dentro del marco de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el Foro China-CELAC, entre otros. Además,frente a la manipulación de ciertos países de echar la culpa y propagar el virus político, China y Cuba han sido firmes en apoyar el papel de la Organización Mundial de la Salud como líder en la lucha global contra la pandemia y oponerse a la politización y la estigmatización, defendiendo firmemente el multilateralismo y el entorno positivo para la cooperación internacional contra el COVID-19.
En 1960, China y Cuba establecieron sus relaciones diplomáticas en la lucha justa y unida por la independencia y la soberanía. Hoy, en una ocasión tan especial como el 60.º aniversario de aquel acontecimiento, hemos vuelto a ser testigos de una nueva lucha unida que ha fortalecido aún más la fraternidad y la solidaridad entre nuestros dos pueblos.Tal como ha manifestado el consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores de China, el señor Wang Yi,la lucha conjunta contra el COVID-19 ha sido una buena conmemoración del 60.º aniversario de las relaciones diplomáticas entre China y Cuba.
De cara al futuro, estamos convencidos de que, tras la prueba a la que nos somete el COVID-19, las relaciones entre China y Cuba saldrán más consolidadas. Vamos a seguir trabajando, junto con el pueblo cubano, por la intensificación de los intercambios y la profundización de la cooperación bilateral, a fin de contribuir aún más a esta relación pionera y fructífera de 60 años y a la construcción de una comunidad de destino compartido para la humanidad.