Por VERENA MENZEL
EN marzo pasado, un titular aparecido en los medios de comunicación alemanes hizo que Stephan Pusch, administrador del distrito de Heinsberg, se convirtiera en la persona más influyente de Internet. El 23 de dicho mes, Pusch publicó una carta dirigida al presidente chino, Xi Jinping, pidiéndole apoyo para Heinsberg, que se ha convertido en el distrito alemán con el mayor número de infectados por el nuevo coronavirus. Pusch espera que China pueda facilitar materiales médicos y, asimismo, intercambiar experiencias en la lucha contra la pandemia.
Stephan Pusch llama a que los habitantes de otras zonas se preparen adecuadamente frente a la epidemia.
Stephan Pusch ayuda a descargar el material ofrecido por el ejército de defensa nacional de Alemania.
El hecho de que un funcionario alemán pida ayuda al presidente de China de forma pública no tiene precedentes, por lo que llegó a convertirse en un tema de discusión, produciendo un gran eco no solo en los medios de comunicación alemanes, sino también en los chinos.
Esa misma noche, el famoso presentador de la televisión alemana Frank Plasberg sostuvo un diálogo a través del video con Stephan Pusch para su programa, en el que lo criticó duramente. Las redes sociales de alemania tampoco estuvieron exentas de críticos. ¿Pero por qué Stephan Pusch decidió dirigirse al presidente chino en vez de pedirle apoyo a la canciller angela Merkel? Para saber la respuesta decidimos llamarlo.
El distrito de Heinsberg, en el oeste de alemania, se ha convertido en un símbolo de la lucha contra el COVID-19. El 25 de febrero pasado, cuando las festividades con motivo del carnaval estaban a punto de terminar, la prueba de ácido nucleico para detectar el nuevo coronavirus de un matrimonio mayor de este distrito dio positivo. La pareja justo había participado en un evento al que habían acudido más de 300 personas.
El mismo día en el que se confirmó este caso de contagio, el distrito estableció un grupo de lucha contra el COVID-19, el cual solicitó a las más de 1000 personas que habían tenido contacto con la pareja que permanecieran en casa aisladas. además, se decidió cerrar escuelas y guarderías infantiles, implementar estrictas medidas de prevención y control, y suspender todos los eventos. Sin embargo, el virus ha hecho lo suyo. Hasta el 29 de marzo pasado, 1200 personas de Heinsberg habían sido infectadas y 31 habían fallecido, lo cual ha convertido al distrito en la zona más afectada de alemania.
Stephan Pusch está muy atareado desde que brotó la epidemia, por lo que es muy difícil comunicarse con él. Sin embargo, ante el llamado de China Hoy, Pusch, de 51 años de edad, expresó la importancia de conceder entrevistas. “Estoy consciente de que una parte de mi trabajo es informar sobre lo que está ocurriendo en mi distrito, especialmente para que otros lugares de alemania puedan estar bien preparados”.
Pusch también hizo un balance bastante alarmante de la actual situación. “Solo en estos días la marea de infecciones ya se extiende en muchas zonas europeas. En materia de trabajadores médicos y equipos de respiración, los de tres hospitales de Heinsberg están funcionando con sobrecarga. Hemos aplazado las cirugías no urgentes con el fin de aunar todos los dispositivos médicos para tratar a los enfermos con síntomas graves que tienen el nuevo coronavirus”.
Según Pusch también faltan materiales médicos de protección en su distrito. “Se nos acabó toda la reserva de materiales para un año en apenas dos días, cuando tratamos a la pareja de adultos mayores que se infectó”. Debido a la falta de materiales médicos, sobre todo de trajes protectores, no quedó otro remedio que cerrar uno de los tres hospitales y transportar a los pacientes a otras zonas.
“La provisión de suministros no ha mejorado desde que estalló la pandemia”, señala. El funcionario informó y pidió apoyo a organismos superiores y al ejército federal de defensa nacional de alemania, que envió un camión con materiales médicos. Sin embargo, Pusch expresó que esta ayuda solo servía para satisfacer la demanda de tres días.
Fue ante esta situación que Pusch decidió dirigirse directamente al presidente chino. “Soy un funcionario local, por lo que tengo que velar por el bienestar de la gente de mi distrito. He sido electo por el distrito en tres mandatos consecutivos, lo cual quiere decir que la gente ha depositado su confianza en mí”.
Otro motivo por el cual Pusch tomó esta decisión fue para hacer un llamado de unión en todo el mundo ante el virus. “Los chinos han sido excluidos y estigmatizados por el nuevo coronavirus. El presidente estadounidense se ha referido al COVID-19 como ‘el virus chino’ o ‘el virus de Wuhan’. Me enfada oír esas palabras, pues es una acusación directa a los chinos, quienes son igual de inocentes como los habitantes de Heinsberg ante el nuevo coronavirus y su propagación”.
Los habitantes de Heinsberg comparten la misma sensación que el pueblo chino respecto al trato injusto. “En aquel momento no teníamos más remedio que enviar a nuestros pacientes a otros hospitales en los alrededores por la falta de equipos de respiración. Las personas se referían a los pacientes de Heinsberg como ‘la gente del coronavirus’ y los hospitales aledaños no querían aceptarlos”, señala Pusch. “aunque el Estado ha valorado nuestra respuesta ante la crisis, hay quienes han hecho gestos de menosprecio, como si hubiésemos hecho algo mal. Esto me causa mucho dolor y me genera la misma sensación que a los chinos”.
“Dos semanas después de hacer toda clase de peticiones, llegó de repente una delegación china con materiales médicos. Se trataba de empresarios chinos con negocios en alemania, quienes, tras enterarse de lo ocurrido en Heinsberg, decidieron donarnos materiales de su propio stock. Fue un gesto notable por el cual estoy muy agradecido”. además, Pusch destaca la importancia de mantenerse unidos en estos momentos difíciles. “Tenemos que ayudarnos mutuamente, no debemos reprocharnos unos a otros”.
El 23 de marzo, Stephan Pusch también envió su carta a la Embajada de China en alemania, que le respondió ese mismo día. “Por encargo de la Embajada, el Consulado General de China en Dusseldorf expresó su deseo de ayudarnos. Me sorprendió la rapidez de la respuesta, lo cual demuestra que los chinos tratan las cosas con mucha eficacia”.
Karl-Josef Laumann, ministro de Salud del estado de Renania del Norte-Westfalia, también fue informado del suceso y le envió apoyo.
ante el reproche de algunas personas hacia China como autor de la actual crisis mundial, Pusch cree que la gente no debería acusarse mutuamente, sino hacer un mea culpa y un balance por no haber reaccionado antes. “Si actuamos con sinceridad, muchos deberían culparse a sí mismos por no responder tan rápido o tan resueltamente como era necesario”.
“atribuir responsabilidades a otros es ridículo y estúpido, y quienes hacen eso son los que no saben lidiar ante la crisis y necesitan buscar un chivo expiatorio”, menciona Pusch categóricamente.
De cara al futuro, Pusch hace una sabia reflexión. “Me parece que la confianza mutua y el intercambio sincero son la base para construir conjuntamente el futuro. ante la situación actual, lo crucial es el hecho de que China nos proporcionó su ayuda rápidamente, lo cual considero un gesto invaluable”.